jueves, 18 de agosto de 2016

#MisiónRobinsonDigital

Saludos Fraternos y Libertarios para todas y todos, queremos empezar este artículo sobre la Misión Robinson Digital recordando al mejor y primer Comunicador Digital de Venezuela: @chavezcandanga



La Misión Robinson Digital, surge como una respuesta a la necesidad por muchos expresada, como personalmente lo hiciéramos en este mismo blog desde hace tiempo, de contar con una instancia que diese uniformidad de criterios mínimos, a la inmensa cantidad de activistas que hemos hecho de las Redes Sociales Digitales (RRSSDD) un espacio de batalla y defensa de la Revolución Bolivariana.

Desde el 28 de abril de 2010, cuando nuestro Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, decidió incursionar en las RRSS, a ravés de su cuenta en Twitter, @chavezcandanga, se fue acrecentando de manera sostenida el número de personas que decidimos acompañarle en esa trinchera digital. 

Antes de la toma de las redes por parte de Chávez, las mismas eran un coto casi exclusivo de afectos a la contrarevolución, utilizando la red social Twitter como un espacio de expresión de sus pareceres, pero también para verter cantidades ingentes de falsas noticias, medias verdades, insultos, desinformación, contra información, propaganda negra e improperios a más no poder, tal cual lo siguen haciendo hoy en día.

En noviembre de 2010 se realizó en las instalaciones del Cuartel San Carlos en Caracas, el denominado Encuentro de Tuiteros Socialistas, donde surgió una instancia, la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas,  que intentaba aglutinar a colectivos e individualidades en una plataforma que pretendía la unidad y la uniformidad de criterios, respetando las particularidades propias de los grupos y colectivos, así como  de las personas que no se adherían a estos. 

La característica fundamental que en ese momento compartíamos quienes allí convergimos, estaba por demás clara, acompañar al Comandante Chávez en la defensa de la Revolución Bolivariana, pero resultó cuesta arriba mantener la unidad.

Hoy en día nuestro Presidente Nicolás Maduro ha incursionado en las RRSS tal como lo hiciera Hugo Chávez, añadiendo además espacios de información y lucha en redes como Facebook e Instagram; entendiendo la importancia de esta trinchera de lucha, decreta el 27 de junio de 2016, la creación de la Misión Robinson Digital. 

La Misión Robinson Digital, abre espacios en principio para la formación no sólo en el uso y manejo de las RRSSDD, sino también en el verdadero quid del asunto, como lo es la Guerra No Convencional (GNC), que tal como la define la Misión "...se trata de una acción bélica no declarada, que emplea métodos y acciones encubiertas que desdibujan precisamente las fronteras habitualmente entendidas en el campo de batalla: sus actores, sus líneas de acción, sus objetivos, sus víctimas y sus bajas." 



El fin de semana del 12 al 14 de agosto, 240 camaradas de ocho estados del país, nos reunimos, convocadas y convocados por el MinIsterio del Poder Popular para la Comunicación e información y por el Ministerio del Poder Popular para la  Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología a las instalaciones del Centro de Formación Socialista Simón Rodríguez, al Primer Taller de Formación de Formadores.

En este taller, se nos instruyó sobre aspectos como la pedagogía robinsoniana, guerra no convencional, comunicación digital, generación de contenidos, ética de la comunicación y tecnopolítica, entre otros conceptos relevantes y además, en uso de herramientas propias de las RRSSDD, como Facebook, Instagram, YouTube y Twitter.



Las metas que nos proponemos son en primera instancia la formación de 6.000 formadoras y formadores para luego capacitar a 140.000 Comunicadoras y Comunicadores Digitales en lo que resta del año 2016.

Ya en el Distrito Capital y con el apoyo del Gobierno de esta entidad, GDC, comenzamos a dar forma y contenido a la imprescindible organización para acometer esta meta.

Desde la Red Nacional de Tuiteras y Tuiteros Socialistas, saludamos fervientemente la concreción de la Misión Robinson Digital y le auguramos un transitar pleno en Salud, Luz y Libertad.

¿Quién quiere acompañarnos? 

@Kaéltikx

martes, 16 de agosto de 2016

RETRATO de Antonio Machado


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierra de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
mas recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas pueden tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

 

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con este buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último viaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar

Tomado de http://www.abelmartin.com/guia/antol/cam.html 

lunes, 15 de agosto de 2016

Juramento de Simón Bolívar en el Monte Sacro.

En Roma, el 15 de agosto de 1805, ante su maestro Simón Rodríguez, el joven Simón de 22 años, pronuncia el juramento que será el punto de partida, anímico y psicológico, que guiará el resto de sus días, la Libertad Suramericana.

¿Conque éste es el pueblo de Rómulo y Numa, de los Gracos y los Horacios, de Augusto y de Nerón, de César y de Bruto, de Tiberio y de Trajano? Aquí todas las grandezas han tenido su tipo y todas las miserias su cuna. Octavio se disfraza con el manto de la piedad pública para ocultar la suspicacia de su carácter y sus arrebatos sanguinarios; Bruto clava el puñal en el corazón de su protector para reemplazar la tiranía de César con la suya propia; Antonio renuncia los derechos de su gloria para embarcarse en las galeras de una meretriz; sin proyectos de reforma, Sila degüella a sus compatriotas, y Tiberio, sombrío como la noche y depravado como el crimen, divide su tiempo entre la concupiscencia y la matanza. Por un Cincinato hubo cien Caracallas, por un Trajano cien Calígulas y por un Vespasiano cien Claudios. Este pueblo ha dado para todo: severidad para los viejos tiempos; austeridad para la República; depravación para los Emperadores; catacumbas para los cristianos; valor para conquistar el mundo entero; ambición para convertir todos los Estados de la tierra en arrabales tributa­rios; mujeres para hacer pasar las ruedas sacrilegas de su carruaje sobre el tronco destrozado de sus padres; oradores para conmover, como Cicerón; poetas para seducir con su canto, como Virgilio; satíricos, como Juvenal y Lucrecio; filósofos débiles, como Séneca; y ciudadanos enteros, como Catón. Este pueblo ha dado para todo, menos para la causa de la humanidad: Mesalinas corrompidas, Agripinas sin entrañas, grandes historiadores, naturalistas insignes, guerreros ilustres, procónsules rapaces, sibaritas desenfrenados, aqui­latadas virtudes y crímenes groseros; pero para la emancipación del espíritu, para la extirpación de las preocupaciones, para el enal­tecimiento del hombre y para la perfectibilidad definitiva de su razón, bien poco, por no decir nada. La civilización que ha soplado del Oriente, ha mostrado aquí todas sus faces, ha hecho ver todos sus elementos; mas en cuanto a resolver el gran problema del hombre en libertad, parece que el asunto ha sido desconocido y que el despejo de esa misteriosa incógnita no ha de verificarse sino en el Nuevo Mundo.
¡Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor, y juro por la Patria, que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español!


* De un impreso. Homenaje de Colombia al Libertador Simón Bolívar en su Primer Centenario, 1783-1883, Edición Oficial, Bogotá, 1884; ar­tículo del Dr. Manuel Uribe Ángel titulado "El Libertador, su ayo y su capellán", recogido en las páginas 72-74 de dicho libro. En la p. 74 el doctor Uribe reproduce el texto del Juramento, tal como expresa habérselo relatado el propio Simón Rodríguez en Quito en el año 1850. Como puede observarse, se trata de una versión transmitida verbalmente por Rodríguez a Uribe 45 años después del Juramento y publicada por el segundo 34 años después de haberla oído; hay que acoger este texto, por consiguiente, con las naturales reservas en sus aspectos formales, en especial por lo que res­pecta al exordio o largo párrafo inicial. El párrafo final, más breve y rotundo, que constituye propiamente el Juramento célebre, es más pro­bable que se haya transmitido con mayor precisión, a causa de esas carac­terísticas de brevedad y rotundidad anotadas. De lo que no cabe la menor duda es del hecho histórico del Juramento, atestiguado por numerosas referencias, y principalmente por la carta de Simón Bolívar a Simón Rodríguez fechada en Pativilca el 19 de enero de 1824 (Véase, en esta Colección, correspondecia personal, doc. Nº 124, y correspondencia, Apéndice, pp. 295-297). Sobre el tema puede también consultarse la obra del Dr. Joaquín Díaz González, El Juramento de Simón Bolívar sobre el Monte Sacro (2ª edi­ción, mejorada y ampliada) Roma, 1958. Acerca de la personalidad de Simón Rodríguez (Caracas, 1771 - Amotape, 1854) véase el doc. Nº 1, nota 5.

Tomado de http://www.archivodellibertador.gob.ve/escritos/buscador/spip.php?article939